
Dinámica de Ecosistemas
Cambios en los ecosistemas
Los cambios rítmicos

- Alternancia de días y noches (ritmo circadiano). Es un ritmo que afecta a todos los ecosistemas, excepto a las cuevas y a los fondos marinos no iluminados. Los productores de la cadena alimentaria que realizan fotosíntesis lo hacen más durante el día que durante la noche, ya que necesitan la luz del sol. Por este mismo motivo, las algas microscópicas están más cerca de la superficie durante el día que durante la noche. Es lo que se llama migración vertical.
Entre los consumidores, los hay diurnos y nocturnos. Los diurnos ven mejor durante el día y los nocturnos ven mejor durante la noche. Cada uno aprovecha su periodo de actividad para alimentarse.
- Alternancia de las estaciones (ritmo estacional). Es un ritmo que afecta a todos los ecosistemas, pero sus consecuencias son más patentes cuanto más alejados están del Ecuador.
Los productores de la cadena alimentaria que realizan fotosíntesis se reproducen siguiendo la estacionalidad: florecen cuando hay un determinado número de horas de luz al día.
La mayoría de los consumidores de la cadena alimentaria tienen ritmos de reproducción anual, para que sus crías disfruten de las condiciones medioambientales óptimas para su desarrollo.
Los cambios arrítmicos: las fluctuaciones
A veces, los seres vivos de un ecosistema cambian sin explicación aparente o responden a variaciones del medio igualmente inexplicables (aunque se han querido relacionar con la actividad solar).
El Niño y La Niña son dos fenómenos climáticos opuestos para los que aún no se ha encontrado una explicación, y que ocasionan fluctuaciones en los ecosistemas de la costa pacífica de Perú. Los fenómenos que se producen en las costas peruanas tienen su réplica inversa en las costas australianas.
El fenómeno de El Niño tiene lugar durante dos, tres o cuatro meses consecutivos y alterna con el de La Niña, de duración algo mayor.
Durante La Niña las corrientes de aire y las corrientes marinas producen sequía en las costas y permiten el ascenso de las aguas profundas. Estas aguas son más ricas en nutrientes, por lo que algunas especies del ecosistema se ven favorecidas.
Durante El Niño las corrientes de aire provocan lluvias que impiden el ascenso de las aguas profundas y de sus nutrientes, perjudicando a determinadas especies del ecosistema.
La sucesión Ecológica
El proceso denominado sucesión ecológica consiste en una secuencia de cambios que se presentan en un nuevo espacio de suelo donde inician su aparición un grupo de especies que con el transcurso del tiempo son remplazadas por un nuevo grupo y así sucesivamente obedeciendo a ritmos naturales que son más acelerados en las primeras etapas y más lentos cuando se puede hablar de madurez del ecosistema.
El proceso de sucesión ecológica es un proceso dinámico que a nivel del planeta tierra se inició con la conformación del mismo y no tiene final ya que, siempre se están presentando cambios en todos los ecosistemas del mundo.
A nivel local, un proceso de sucesión se activa cuando, por determinados factores ya sean naturales o causados por el hombre, se despeja un área determinada de la fauna y la flora preexistentes de manera que queda disponible para ser colonizado por nuevas especies.
Generalmente, los primeros organismos en desarrollarse en estos nuevos espacios son especies pioneras o también llamadas heliófitas haciendo referencia a su preferencia por la plena exposición a la luz solar siendo este grupo inicial de especies, las encargadas de adecuar las condiciones del suelo, establecer los ciclos de nutrientes y generar microclimas que favorecen el ingreso de nuevas especies de organismos al ecosistema.
La forma como ingresan esos primeros individuos al ecosistema depende directamente de la forma como se crea el espacio disponible, así, cuando ocurre un movimiento de tierra, ya sea un deslizamiento o una erupción volcánica, donde se establece un suelo desnudo aparecen especies pioneras que generalmente tienen semillas que se transportan fácilmente por el viento o se transportan con ayuda de animales que las llevan en su tracto digestivo y las depositan en este nuevo espacio; en los casos en que el espacio es creado por la apertura de claros en un bosque es común que bajo la superficie del mismo se encuentre una gran cantidad de semillas que conforman el denominado “Banco de Semillas” que se activan biológicamente una vez ingresan los rayos solares elevando un poco la temperatura de la superficie del suelo; otra posibilidad, es que el espacio pierda su actividad biótica por efecto de un incendio y en estos casos se puede presentar el desarrollo de los primeros individuos por los medios antes mencionados de banco de semillas que no sufrieron daño con el incendio o por el transporte de las mismas por la fauna del sitio. Este primer grupo de especies conforman la sucesión primaria.
Sucesión primaria
Dentro de las especies pioneras es importante resaltar la gran capacidad de las herbáceas para extenderse y colonizar nuevos espacios que cuentan con la plena exposición solar; otras especies que además ayudan al mejoramiento de la calidad fisicoquímica de los suelos en estos estados son las leguminosas que con ayuda de microorganismos son capaces de fijar parte del nitrógeno atmosférico y emplearlo para su desarrollo.
Una vez establecido el proceso de sucesión, ingresa un nuevo grupo de especies que por lo general son de porte arbustivo y algunos árboles de tamaños medios generalmente de corta duración y maderas con bajas densidades. Posteriormente, Cuando el suelo posee una capa orgánica fresca y unos bajos niveles de iluminación solar, hacen su ingreso al ecosistema un nuevo grupo de especies llamadas esciófitas que, contrario a las heliófilas, requieren niveles bajos de iluminación para su desarrollo inicial y crecimiento juvenil. Una vez se establecen estas especies esciófitas se puede hablar de un estado de sucesión secundaria con especies de mayor porte y mejores características en su madera.
Por último, y luego de mucho tiempo se establece otro grupo de especies junto con algunas de la sucesión secundaria formando un gran complejo de diversidad con especies mejor adaptadas, generalmente de crecimiento lento y con una reproducción lenta comparada con las especies de las primeras etapas de la sucesión. Un ecosistema en este estado se dice que ha llegado a su climax lo que no indica que se dejen de presentar dinámicas internas sino que por el contrario son tan complejas que se dificulta su comprensión. De esta complejidad se deriva su gran sensibilidad a las intervenciones humanas.
Sucesión secundaria
Los procesos de sucesión han sido clasificados en dos tipos dependiendo del origen del sitio donde se establece esta, los cuales pueden ser: Sucesión primaria, que se desarrolla en suelos o sustratos nuevos que nunca antes habian contenido formas de vida; entre tanto, la sucesión secundaria hace referencia a procesos que se establecen en suelos o sustratos que previamente han sido habitados por diferentes formas de vida.